sábado, 14 de febrero de 2009

San Valentín

Pues según dicen por ahí, hoy es San Valentín. Sí, sí, no os hagáis los despistados. Para los que tengáis con quien celebrarlo, felicidades, y para los que no... no os preocupéis, no pasa nada.

Yo, afortunado me mí, tengo con quien celebrarlo, pero no lo celebraré. No porque no quiera, no tengo nada en contra, sino porque mi niña no está aquí conmigo, U_u. Como ya conté, me he vuelto para Lleida, y eso ha implicado dejar a mi novia en Madrid. Acabamos la carrera a la vez, pero ella está ahora estudiando un master en Madrid, así que aún nos queda un tiempecillo separados.

Como sabíamos que este fin de semana no podríamos estar juntos ya que trabajo hoy sábado (ahora mismo estoy haciendo ver que trabajo), Estefanía vino la semana pasada a verme, aprovechando que yo tenía libre el fin de semana. Así que lo medio celebramos entonces. Y digo "mediocelebramos" porque tampoco hicimos nada del otro mundo. Nos demostramos que nos queremos cada día, así que San Valentín sólo fue como una excusa para hacer algo especial o diferente que, en nuestro caso, fue ir a cenar fuera a un italiano (lo del italiano es ya como una tradición en la que siempre caemos para nuestro aniversario y para San Valentín).

Así que bueno, todo esto para decir que la echo mucho de menos. Es difícil estar separados durante tanto tiempo. Si estuviera más cerca, nos veríamos más a menudo; pero estando en Madrid, el viaje es bastante caro y nos vemos un fin de semana al mes (unas veces viernes, sábado y domingo, y otras sólo sábado y domingo). Pero cuando se me hace más difícil es cuando veo que le hago falta, cuando tiene malos momentos en los que me necesita allí. Desde el primer día en que empezamos a salir juntos (y antes de salir también) nos veíamos todos los días y durante muchas horas. Por eso, al irme, el cambio ha sido muy drástico, y se nota.

Sólo nos queda esperar, cada día falta un poquito menos. Pero te sientes muy tonto y te sabe muy mal y te da mucha rabia cuando te percatas de todo el tiempo perdido sin ella. El que espera, desespera; pero abrazarla, aunque sea sólo cada mes, me logra tranquilizar.