Perdón por tardar tanto en escribir este post, pero la pereza es más fuerte que yo. El viernes 15 por la mañana volví de Nueva York. Ha sido un viaje redondo. No hemos tenido ningún problema, nos ha gustado muchísimo y lo que es mejor, nos ha sorprendido y ha superado nuestras expectativas. Eso sí, ha hecho frío, mucho frío. Un día nevó y tuvimos la oportunidad de verlo todo blanco. Es una imagen muy bonita, pero al día siguiente la nieve fue lluvia y el hielo y la nieve del suelo agua sucia, xD
Central Park es enorme (no os lo podéis imaginar) así que lo vimos por partes. La parte norte tiene un poco de parque, una pista de hielo para patinar y un gran bosque, así que todo eso lo vimos paseando un poquito. En general es un parque muy bonito, con zonas para todo: pasear, correr, llevar a los niños, hacer deporte… pero la verdad es que es tan grande que piensas en él por zonas y ni siquiera así te lo imaginas muy bien.
Estuvimos también en el edificio donde asesinaron a Lennon, el edificio Dakota (mi novia es una gran fan de los Beatles y es un sitio señalado en todas las guías de viaje).
No fuimos a ninguna obra de teatro en Broadway, ya que tampoco teníamos mucho tiempo de sobra y cualquiera de ellas te podía costar unos 150$ por persona.
También visitamos el Rockefeller Centre. Yo pensaba que era como un centro comercial de los de aquí, aunque más grande; pero no. Era mitad dentro de edificio mitad al aire libre, con tiendas, rascacielos, una pista de hielo y demás. Tiene un observatorio en lo alto de uno de sus edificios, pero decidimos pasar, ya que era de noche y preferíamos el Empire State, que es más alto.
No cruzamos el puente de Brooklyn ni hicimos fotos desde él, ya que era un puente increíblemente enorme y corríamos peligro de quedarnos sin pies. Así que hicimos la foto de rigor al puente y a las vistas de Brooklyn desde el puerto, una zona que te hacía sentir como aislado del resto de Nueva York y te recordaba más a Irlanda que a ningún otro sitio.
En nuestra segunda visita a Times Square nos pasó algo bastante curioso. Buscábamos un cine porque nos hacía gracia ir al cine en Nueva York. Lo encontramos después de mucho rato (habíamos pasado por delante el día anterior, pero ni lo habíamos visto,
Cada día comíamos en un sitio diferente, pero el día de Tribeca comimos genial en un buffet al estilo anglosajón. Nada de come todo lo que quieras por tanto dinero. Tú vas cargando tu tupper, con lo que quieras (todo muy apetitoso) y luego lo pagas por peso: a tanto la libra de peso. Yo me hinché a poner comida, con la absurda suposición de que una libra debía ser más o menos como un kilo, pero no: 1 libra = 453 gramos.
Nueva York tiene bastantes plazas tipo parquecito. Entre paseo y paseo cruzamos Washington Square, Union Square (muy bonita aunque no se aprecie en las fotos) y Madison Square (que, paradójicamente y para desgracia de nuestros pies, no tiene al lado el Madison Square Garden, el estadio de baloncesto de los Nicks). El Madison es tan enorme que de ninguna forma se le podía hacer una buena foto.


El penúltimo día decidimos subir al Empire State. De camino, vimos la Grand Station (impresionante por dentro y por fuera), y los rascacielos y edificios de alrededor: el MET Life, el Daily News y el edifico Chrysler. Cuando llegamos al Empire State Building en la misma puerta nos dijeron que no valía la pena subir. Estaba medio lloviendo y había niebla, con lo que la visibilidad era de 0 millas. La verdad es que fue todo un detalle que nos lo dijeran; esto pasa aquí en España y nos dejan pasar para que paguemos y nos llevemos el chasco arriba. Fuimos al día siguiente y sin tantas colas ni tantísima seguridad como en la estatua, subimos hasta la planta 86 de edificio. Esto sí valió la pena. Las vistas son impresionantes. El eslogan dice que si no has visto Nueva York desde ahí arriba, no has visto Nueva York en absoluto. Y, aunque exagerados, tienen razón.

Sólo visitamos un museo de todos los de la ciudad (no había tiempo para más). Fuimos una tarde después de comer al American Museum of Natural History (al museo de historia natural). Allí cierran muy prontito y sólo tuvimos un par de horas para verlo. Es enorme y nos centramos en la planta de los dinosaurios.
En general no es una ciudad especialmente cara. Comer fuera y las compras en general tienen un precio similar al de España. Sin embargo, cosas como los museos (al menos el que vimos) o subir al Empire State, es decir, lo turístico, sí es caro. El museo costó 18 dólares y el Empire 19.
En el East Side no hay mucho que ver, pero, en teoría, una de las mayores atracciones de la zona es el Guggenheim. Dejémoslo en que es bastante decepcionante. Es cierto que estaba como de obras y había andamios y tal, pero vamos, nos pareció una gasolinera de las de toda la vida cuando nos cruzamos con el museo.
Hablando del East Side. En teoría, los seis amigos de Friends viven en este barrio. Teníamos un panfleto donde se anunciaba un tour por lugares de cine y televisión de la ciudad. No lo hicimos, pero buscamos el edificio de Friends por ese barrio. Finalmente lo encontramos, pero en la otra punta de la ciudad. Simplemente está ambientado allí, pero el edificio en cuestión (que encontrarlo fue como buscar a Carmen Sandiego) estaba en Greenwich Village. Fuimos hasta allí e hicimos la foto de rigor (puro frikismo). Como era la hora de comer, nos metimos en The Pink Tea Cup, un restaurante pequeñito de la zona pintado de rosa por dentro, con un montón de fotos firmadas de famosos que habían pasado por ahí. Resultó ser un sitio muy mítico de la zona.
El último día, por la tarde, nos acercamos a Columbus Circle, en el borde sur de Central Park. Vimos el Carnegie Hall y todos los edificios de la zona. Allí, se nos acercó una chica y nos ofreció darnos un paseo en calesa por el parque. No quisimos a caballo, pues estos sólo paseaban por una pequeña parte del parque, sino a bicicleta, que nos arrastraba montaditos en el carro por todo el parque. De nuevo, valió la pena. Fue un paseo muy bonito (y encima era San Valentín) y la chica nos iba explicando, durante el paseo, la historia del Parque, las películas que se han rodado en él, los famosos que viven en los edificios de alrededor y muchas anécdotas (y paró en la fuente de Friends para que nos hiciéramos la foto de rigor). Al terminar el paseo y cuando ya
estaba todo visto y nosotros listos para volver al hotel e irnos al aeropuerto, nos dimos cuenta de que teníamos un montón de calderilla que teníamos que gastar. Pero, ¿dónde? Así que hicimos otra cosa típica que nos habíamos dejado por hacer: comernos un perrito en plena calle como verdaderos americanos. Así que ni cortos ni perezosos, pedimos un perrito y le pagamos con un billete de dólar y con cincuenta centavos en monedas pequeñas. El hombre del puesto ambulante se volvió loco, decía que él no era una tienda y que no aceptaba tanta moneda. Finalmente, prefirió quedarse con la calderilla que cobrarnos solamente un dólar, xD.
Esto y todo lo que me dejo fue nuestro viaje. No salimos de Manhattan, pero es que la mayor parte de las cosas están allí y no daba tiempo en seis días a ver también Brooklyn, El Bronx y Queens. En otra ocasión será. ¡Ah! perdón a todos por este post interminable, jeje.
En general no es una ciudad especialmente cara. Comer fuera y las compras en general tienen un precio similar al de España. Sin embargo, cosas como los museos (al menos el que vimos) o subir al Empire State, es decir, lo turístico, sí es caro. El museo costó 18 dólares y el Empire 19.
Hablando del East Side. En teoría, los seis amigos de Friends viven en este barrio. Teníamos un panfleto donde se anunciaba un tour por lugares de cine y televisión de la ciudad. No lo hicimos, pero buscamos el edificio de Friends por ese barrio. Finalmente lo encontramos, pero en la otra punta de la ciudad. Simplemente está ambientado allí, pero el edificio en cuestión (que encontrarlo fue como buscar a Carmen Sandiego) estaba en Greenwich Village. Fuimos hasta allí e hicimos la foto de rigor (puro frikismo). Como era la hora de comer, nos metimos en The Pink Tea Cup, un restaurante pequeñito de la zona pintado de rosa por dentro, con un montón de fotos firmadas de famosos que habían pasado por ahí. Resultó ser un sitio muy mítico de la zona.
Esto y todo lo que me dejo fue nuestro viaje. No salimos de Manhattan, pero es que la mayor parte de las cosas están allí y no daba tiempo en seis días a ver también Brooklyn, El Bronx y Queens. En otra ocasión será. ¡Ah! perdón a todos por este post interminable, jeje.